horreo MazarocaNos llamamos “La Casa de Rosa de Mazaroca” en recuerdo de un pasado familiar que evoca una forma diferente de hacer las cosas, donde la hospitalidad con los de fuera y el respeto por la tierra fluían de una manera natural. La abuela Rosa era conocida por su pasión por la comida y la generosidad de la mesa y, gracias a ella, nuestra memoria gastronómica está unida al “bolo do pote”, al amasado en la “artesa” del “bolo de Nadal”, a las “sopas de cabalo cansado”, y a tantas otras recetas tradicionales que nos proponemos recuperar.

Escoger el lugar donde revivir estos recuerdos gastronómicos fue fácil: los bajos de la casa familiar que sirvieron años atrás como bodega. Un espacio transformado ahora en un acogedor restaurante que invita a retrotraernos a aquella época.

Las “Mazarocas”, el apodo familiar, representa a todas las mujeres luchadoras de la zona, mujeres generosas que gustaban de acoger a los visitantes alrededor de una cocina. De allí salieron importantes decisiones familiares, mucho cariño, muchas ideas y, sobre todo, muchos momentos felices.

Por todo ello, para mantener vivo nuestro pasado, nos propusimos homenajear a Rosa de la mejor manera posible: con una buena comida en un entorno acogedor.

Deseamos que en la casa de Rosa Mazaroca os sintais como en vuestra propia casa. A ella le encantaría.